Época: siglo de Pericles
Inicio: Año 425 A. C.
Fin: Año 420 D.C.

Antecedente:
La decoración escultórica del Partenón

(C) Pilar León Alonso



Comentario

Para las metopas se utilizaron temas distintos en cada uno de los cuatro lados; en el este la Gigantomaquia, en el oeste la Amazonomaquia, en el norte la Iliupersis o destrucción de Troya y en el sur la Centauromaquia. Se conservaban bastante bien en 1674, aun cuando las del lado norte, sobre todo, habían sufrido graves daños causados por fanáticos cristianos; las del lado sur, en cambio, resultaron protegidas por unas casas que se adosaron.
En la medida de lo que hoy se sabe, se puede decir que las metopas representan el comienzo de los trabajos escultóricos y, en consecuencia, son la serie menos cohesionada. Ni siquiera dentro de las de un mismo lado hay estricta unicidad; es más, hay metopas vecinas completamente distintas en estilo y composición, como es el caso de las metopas 1 y 2 del lado sur. La famosa metopa 1, atribuida a Fidias, es un relieve soberbio, sobrio y severo, pero la relación con Fidias es inviable, porque el estilo denuncia a un maestro anterior, tal vez Mirón. La metopa 2 es mucho más evolucionada y el relieve más prominente, pero no tiene la calidad de la metopa 1, de ahí que no se pueda atribuir a Fidias, aunque sí a algún escultor joven de su círculo. Tenemos, por tanto, dos generaciones de escultores trabajando codo con codo. A juzgar por la variedad, no parece probable que hubiera un proyecto para las metopas del lado sur, sino que los escultores se atendrían al esquema representado por la lucha de un centauro y un lapita.

Por el contrario, en las metopas del lado norte la composición, perfectamente concatenada, ha dado pie para proponer la intervención de Fidias. De hecho, la destrucción de Troya representa en el fondo el triunfo de Afrodita, toda vez que Menelao vuelve a ser seducido por el encanto de Helena. El acontecimiento se sitúa al amanecer, como indican las cuadrigas de Helios o Eos (la Aurora) y Selene, y es contemplado por la asamblea de dioses. La nueva formulación del tema de la Iliupersis había sido creada por Polignoto en la Lesche de Delfos, en la que Helena, bellísima y apesadumbrada, contemplaba el incendio de Troya, mientras los héroes aqueos la contemplaban a ella, admirados de su belleza.

Las metopas de los lados este y oeste llevan a conclusiones similares, sobre todo, para probar la manera independiente y anárquica de trabajar los escultores. No está de más insistir, por un lado, en que eran muchos, algunos con enorme prestigio y que conviven tres generaciones; por otro, en que sólo el tema, el formato y la altura del relieve los obligaba. Ahora bien, conforme se desarrolla y avanza la labra de las metopas, los escultores evolucionan hacia un estilo cada vez más afín, que culmina en el friso. Es más, por los rasgos compositivos, estructurales y técnicos, se puede seguir la evolución estilística e incluso saber cómo se organizó el trabajo: las primeras metopas esculpidas fueron las de los lados este y oeste, vinieron luego las del norte y las últimas fueron las del sur.

Respecto a la participación de Fidias hay que decir que no pudo dedicarse mucho a ellas, puesto que él y su taller están por esos años trabajando en la Atenea Partenos. La solución, que consiste en atribuirle las metopas más innovadoras y avanzadas, no es convincente, pues pueden ser de sus discípulos, por ejemplo Alcamenes. La fuerza de Fidias se percibe, pero no se puede concretar.